Transporte del Siglo XXI
El futuro éxito económico de Maryland depende de la infraestructura de transporte del siglo XXI. Un sistema de tránsito bien planificado e integrado aumenta el crecimiento, amplía las oportunidades para las comunidades marginadas y permite a los habitantes de Maryland vivir donde quieran, incluso permanecer en sus propias casas, después de su jubilación.
El Gobierno de Hogan se ha centrado en los proyectos de carreteras excluyendo otros elementos de un sistema de transporte balanceado. La línea Roja de Baltimore, uno de los dos proyectos New Start del estado, se canceló por completo. Los planes de tránsito del área metropolitana de Baltimore retrocedieron una generación con esta cancelación. La línea Púrpura en los condados de Prince George y Montgomery siguió adelante bajo el mandato de Hogan solo por el costo político que hubiera implicado para el Gobernador la cancelación del proyecto. Aun así, la línea Púrpura solo se puso en marcha después de que los condados aceptaran una mayor participación en los costos, para que, después, la construcción se tropezara con un apoyo a regañadientes y un liderazgo vergonzosamente errático por parte de los funcionarios de transporte del estado.
El tránsito ubicuo y conveniente debe ser la principal prioridad del estado en materia de transporte. Los primeros esfuerzos deben centrarse en las comunidades históricamente desatendidas y en los desiertos en tránsito. Hay que facilitar el transporte activo (peatones, bicicletas) mediante instalaciones y senderos seguros en la carretera, sistemas de señalización orientados a los peatones y diseños de calles completas. Sin excepciones.
La administración de Tom lo logrará gracias a:
- Convertir los restos de la "autopista a ninguna parte" de Baltimore (US 40) en un parque lineal, reconectando a una comunidad históricamente afroamericana que fue cortada por una autopista a medio construir.
- Acelerar la reaprobación y construcción de la Línea Roja de Baltimore, una línea generacional de transporte masivo Este-Oeste.
- Evaluar la viabilidad de varias conexiones de transporte masivo para todas las regiones de Maryland, no sólo el corredor Baltimore/DC.
- Ampliar la I-270 y la circunvalación de la capital, con opciones de transporte masivo —no más carriles— por defecto.
- Convertir a Maryland en el pionero nacional en el uso de la Ley Nacional de Política Pública Ambiental de los Estados Unidos (NEPA, por su sigla en inglés) como palanca para financiar senderos y comunidades transitables a pie y en bicicleta.
- Triplicar el número de pasajeros del tren MARC, en parte, haciendo que el MARC sea interoperable con el VRE en toda la región de Baltimore/Washington, y construyendo estaciones de tren de cercanías en West Baltimore, Bayview y otras comunidades históricamente abandonadas.
- Reconstrucción del corredor noreste de Amtrak. El túnel de B&P, de la época de la guerra civil, y el puente del río Susquehanna son cuellos de botella que restringen todo el corredor Boston-Washington. Maryland se situará a la cabeza de los estados del noreste —y del país— para demostrar que las mejoras en el ferrocarril interurbano de pasajeros son una inversión generacional para un futuro mejor.