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Medio Ambiente y Cambio Climático

Tom sabe que el cambio climático es la amenaza más urgente a la que se enfrenta nuestro planeta y que pone en riesgo nuestro futuro.

Cambio Climático:

Tom sabe que el cambio climático es la amenaza más urgente a la que se enfrenta nuestro planeta y que pone en riesgo nuestro futuro. Pone en peligro el futuro de sus hijos, de nuestros hijos y de todos nuestros nietos. Tom también entiende cómo afecta de forma desproporcionada a nuestras comunidades más vulnerables. El asunto del cambio climático —o la Crisis Climática, si se prefiere— no es sólo una cuestión federal, sino también estatal, local y doméstica.   El clima de Maryland está cambiando, ya que la temperatura de gran parte del estado aumentó entre uno y dos grados Fahrenheit en la última década, el nivel del mar está subiendo aproximadamente una pulgada cada siete u ocho años, han aumentado las inundaciones costeras y continentales, se han alterado los ecosistemas y, en general, desmejoró el estado de salud de los habitantes de Maryland.  Aunque nuestras generaciones más jóvenes son las que menos han contribuido al cambio climático, serán las que más sufran si no nos movemos agresivamente y lo hacemos AHORA. Como su gobernador, Tom hará lo siguiente:

Tom sabe que el dinero que se gasta en el transporte público aporta el doble de beneficios en puestos de trabajo que apoyan a las familias en igual medida que la suma gastada en autopistas y carreteras, y muchos de esos puestos de trabajo son ocupados principalmente por mujeres y personas de color; las mismas personas proporcionalmente más afectadas de forma negativa por los impactos financieros del COVID-19.

Tom también entiende que el acceso local, regional y estatal a un tránsito fiable es una de las claves para que la gente salga con éxito de la pobreza. Además, sabe que Maryland no conseguirá el sistema educativo de categoría mundial que se propone hasta que todos nuestros estudiantes tengan la posibilidad de llegar a la escuela de forma confiable y puntual.

En última instancia, Tom sabe que cuando se trata de afrontar el cambio climático, podemos invertir un poco ahora o invertir mucho, mucho más después, y sabe que el tiempo corre.

Justicia Medioambiental:

Tom vive bajo la premisa de que la salud y la seguridad no deben estar determinadas por el código postal de una persona. Todas las personas, independientemente de su raza, etnia, sexo o nivel socioeconómico, merecen protección equitativa contra los contaminantes de origen humano. En pocas palabras, Tom defenderá a las comunidades urbanas, suburbanas y rurales que no tienen el dinero o la influencia política necesaria para asegurar que sus voces sean escuchadas.

Por ejemplo, décadas después de que se revelaran sus peligros, la pintura con plomo sigue siendo un riesgo claro y presente para la salud de miles de niños en casa y en las escuelas.  Esto es simplemente inaceptable en una sociedad moderna. Como gobernador, Tom aprovechará todos los recursos federales, estatales, locales y del sector privado que pueda encontrar para inspeccionar, probar y modificar las superficies interiores pintadas con plomo en cada parte de nuestro estado.

En este sentido, como gobernador protegerá a nuestras comunidades más amenazadas dando prioridad a la aplicación de la legislación medioambiental vigente, al tiempo que abrirá los bancos de datos de nuestras agencias medioambientales al escrutinio público en la mayor medida posible. Todas las comunidades de Maryland tienen derecho a saber qué problemas de contaminación potenciales o existentes hay en el aire, la tierra o el agua del lugar donde viven y crían a su familia.

El cambio climático también está teniendo efectos dispares en las comunidades en riesgo. Las temperaturas más altas pueden provocar un golpe de calor, deshidratación, pueden afectar al sistema cardiovascular o nervioso, y también pueden crear ozono a nivel del suelo y smog que podría tener efectos a largo plazo en nuestros sistemas respiratorios. Las comunidades que ya sufren disparidades médicas y mayores tasas de enfermedades crónicas se verán afectadas de forma desproporcionada por el aumento de las temperaturas. La Agencia de Protección Ambiental (EPA, por su sigla en inglés) predijo recientemente que un aumento de tres grados en la temperatura media general podría tener efectos perjudiciales para comunidades como la ciudad de Baltimore, al aumentar su número de muertes anuales relacionadas con el calor a 130, que equivale a un aumento del 50%.

No podemos dejar a nadie atrás cuando se trata de combatir el cambio climático y proteger nuestro medio ambiente, ya que la salud y la seguridad de todos los habitantes de Maryland son demasiado importantes.  Tom está comprometido con la construcción de una economía nueva, fuerte, equitativa y próspera, basada en la energía limpia competitiva y la protección del medio ambiente, una economía que no deje a nadie atrás.  La crisis climática es una prioridad absoluta para Tom, y trabajará para garantizar que todos los códigos postales de Maryland formen parte de la solución.

Chesapeake Bay y Afluentes:

Tom entiende que la Bahía de Chesapeake es fundamental para la identidad de nuestro gran estado y entiende que la bahía y sus vías fluviales ofrecen belleza, asombro, sosiego, aventura y abundantes mariscos a los habitantes y visitantes de Maryland.  El mayor estuario de Estados Unidos desempeña un papel integral en la economía y el medio ambiente de Maryland, e incluso después de décadas de acción local, estatal y federal sostenida para restaurar la bahía y su cuenca, Tom considera que el cambio climático es una amenaza inmediata para quienes se ganan la vida en la bahía, y para quienes disfrutan de su generosidad de forma recreativa.

Con el aumento del número y la intensidad de las tormentas severas y fuertes, está aumentando la erosión del suelo, así como el desbordamiento de las alcantarillas urbanas, lo que da lugar a desechos contaminados, todo lo cual trae consigo contaminantes que crean zonas muertas (que son, literalmente, grandes partes de la bahía desprovistas de oxígeno disuelto) y también repetidos florecimientos de algas. Por eso, Tom se ha comprometido a ayudar a las localidades a encontrar los recursos necesarios para mantener y ampliar las instalaciones de tratamiento de aguas residuales existentes, y no dudará en responsabilizar también a otros estados de la cuenca del Chesapeake por sus acciones —o la falta de ellas. Tom también trabajará en colaboración con cada parte interesada de las comunidades agrícolas, pesqueras y medioambientales de Maryland en cuestiones tanto macro como micro que afectan a la salud de la Bahía, entendiendo que sus intereses individuales no son excluyentes entre sí, sino que son dependientes entre sí.

El Servicio Geológico de Estados Unidos ha determinado que la temperatura media de las corrientes de afluentes ha aumentado alrededor de 1.1 grados en los últimos 60 años, lo que demuestra que hay poco tiempo que perder para tomar medidas de fondo. Tom cree firmemente en las políticas de recursos naturales basadas en la ciencia y en echar una mano a las industrias (y los individuos) que dependen de la Bahía cuando sea necesario. Tom también ve nuevas oportunidades de crecimiento y mejora de la acuicultura en la bahía, en particular la industria de la ostra, que resurge lentamente, y en ámbitos no tradicionales pero económicamente lucrativos, como el ecoturismo.

Los efectos del cambio climático en Chesapeake Bay son un hecho cotidiano para quienes viven o trabajan a lo largo de ella. Islas anteriormente habitadas, como Sharps Island y Holland Island, están ahora completamente sumergidas, y el tiempo se agota para salvar tesoros culturales y económicos como Smith Island, Hooper Island y las demás comunidades rurales dependientes de la bahía en las costas oriental y occidental.

La subida del nivel del mar y el aumento de las inundaciones provocadas por las mareas y otras causas siguen amenazando el valor de las propiedades de Maryland, y se calcula que estos efectos han impedido el crecimiento del mercado de Maryland hasta el punto de que el estado ha perdido casi medio billón de dólares en valores inmobiliarios como consecuencia de ello. Un informe del 2018 realizado por el centro University of Maryland Center for Environmental Science concluyó que algunas de las costas actuales de Maryland se enfrentarán a inundaciones diarias en el año 2100, independientemente de cualquier acción humana.

Por último, Tom sabe que más de 4,000 pescadores comerciales trabajan en todo el estado y generan más de $600 millones al año para nuestra economía. Si los efectos del cambio climático siguen alejando a estos arduos trabajadores de Maryland de sus medios de vida, no solo perderemos una pieza importante de nuestra economía, sino también una pieza insustituible de nuestra identidad como habitantes de Maryland.

Energías Renovables:

Tom sabe que ya es hora de que Maryland se tome en serio un enfoque holístico para el desarrollo de una industria de energía renovable propia, con el fin de cumplir nuestros objetivos estatales y desempeñar nuestra parte en el cumplimiento de los objetivos nacionales de reducción de gases de efecto invernadero del presidente Biden.  En opinión de Tom, hay un enfoque político eficaz, en una sola palabra; empleos.

Las tecnologías solar y eólica son ahora más rentables (y generan más beneficios) que las fuentes fósiles tradicionales, por lo que existen incentivos tanto climáticos como económicos.

Por lo tanto, bajo el liderazgo de Tom, nuestro trabajo será desarrollar una base industrial de energía renovable en Maryland basada en puestos de trabajo bien remunerados que estarán abiertos a la sindicalización (y los salarios de apoyo familiar que implican) reforzados por proyectos individuales de energía renovable a gran escala construidos en torno a acuerdos de trabajo, Project Labor Agreements. Tom quiere poner fin a la era de 50 años de salarios suprimidos y beneficios familiares inexistentes forzados en nuestro estado y nación bajo el paraguas de la fallida economía de la oferta que solo apoya a los ultra-ricos.

La ampliación de nuestra apuesta por las energías renovables y la nueva base industrial construida en torno a ellas es solo una parte del reto. Otra parte importante de nuestro reto es el "dónde"; el lugar de Maryland donde vamos a construir la infraestructura solar, protegiendo al mismo tiempo las tierras agrícolas, los espacios abiertos y los paisajes del patrimonio rural que definen nuestro hermoso estado. Tom está dedicado a cambiar la estructura reguladora estatal existente, que actualmente hace que la construcción en terrenos agrícolas y extensiones boscosas sea el camino de menor resistencia para el desarrollo solar. Con ello, trabajará con la Asamblea General y los gobiernos locales para aumentar los créditos fiscales en materia de energía solar para los residentes con ingresos bajos y moderados, ampliar los programas de energía solar comunitarios existentes que utilizan los tejados, y aumentar los incentivos económicos y las protecciones de responsabilidad para la expansión de la energía solar en los terrenos baldíos existentes y el espacio urbano improductivo.

Maryland, que supo ser líder nacional en materia de energía eólica marina, juega ahora en las ligas menores mientras nuestros vecinos lo hacen en las mayores. Un fuerte liderazgo a nivel ejecutivo reconocería el hecho de que las turbinas marinas más grandes y eficientes no se fabrican en Estados Unidos, y eso es una oportunidad de oro para Maryland. Con inversiones sustanciales en nuestro sistema de universidades comunitarias, nuestra mano de obra sindicalizada y nuestra infraestructura portuaria, ferroviaria y de fabricación existente (y ampliable) tanto en la zona de Baltimore como en la costa oriental, podríamos convertirnos en un líder sindicalizado en la fabricación de turbinas marinas.

Un compromiso audaz e inquebrantable con la energía eólica marina es un triunfo para los trabajadores, las empresas y el medio ambiente. Aunque nos hemos quedado atrás con respecto a otros estados en este ámbito, la buena noticia es que podemos ponernos al día. El tiempo es esencial. Los gobernadores de otros estados clave ven la urgencia del momento: Tom sabe que es imprescindible que Maryland haga lo mismo.

Gestión de Aguas Pluviales:

Como ya hemos mencionado, la mayor frecuencia e intensidad de las lluvias es uno de los muchos efectos del peligroso calentamiento de nuestro planeta. Con estos acontecimientos, la gestión de las aguas pluviales a nivel del suelo es especialmente importante para que las cantidades masivas de agua que entran en las plantas de tratamiento de aguas residuales en un corto período de tiempo no sigan desbordando su capacidad de limpieza. Y lo que es peor, la falta de una infraestructura adecuada de gestión de las aguas pluviales sigue permitiendo que millones y millones de galones de aguas residuales sin tratar fluyan hacia la Bahía de Chesapeake y sus afluentes durante estos episodios de lluvia. Tom entiende que la gestión de las aguas pluviales es una herramienta clave para hacer frente a nuestros retos climáticos y ve soluciones aquí mismo, en Maryland.

El condado de Prince George’s es un modelo nacional de gestión eficaz de las aguas pluviales. Gracias a la colaboración entre el sector público y el privado, Prince George’s ha mejorado su capacidad para aprovechar y retener grandes cantidades de aguas pluviales hasta que las plantas de tratamiento puedan aceptar la carga. La construcción de estas instalaciones de retención, algunas con parques recreativos construidos a su alrededor, creó cientos de puestos de trabajo locales y bien remunerados, y la experiencia adquirida ha llevado a la construcción de decenas de proyectos de retención de aguas pluviales más pequeños a nivel comunitario que Tom pretende reproducir en todo el estado. Tom también ha comprobado que este tipo de soluciones no son sólo urbanas. El condado de Carroll, con su mezcla de tierras suburbanas y rurales, ha desarrollado un programa de retención de aguas pluviales enormemente eficaz construido en torno a su geografía particular. Para Tom, ninguna solución potencial es demasiado grande o demasiado pequeña en la lucha por nuestro planeta.