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Educación

Tom cree en el acceso a una educación de calidad y equitativa.

Como estadounidense de primera generación que pagó sus propios estudios universitarios en la Universidad Brown con la ayuda de las becas Pell y trabajando en la parte trasera de un camión de basura, el compromiso de Tom con la necesidad de proporcionar un acceso igualitario a una educación de alta calidad para todos los habitantes de Maryland es absoluto.  Tom ha trabajado sin descanso toda su vida para garantizar que todos tengan la oportunidad de alcanzar el sueño americano, y sin un acceso igualitario a una educación de calidad, eso no es posible.

Maryland cuenta con uno de los mejores sistemas educativos del país y, sin embargo, siguen quedando personas atrás. La equidad en la educación debe ser una prioridad fundamental en Maryland. Todos los niños de nuestro estado merecen la oportunidad de tener una educación de calidad que les permita crecer y prosperar, pero, sin embargo, hay muchos estudiantes en Maryland que no tienen esta oportunidad, ya sea debido a la financiación desigual de los distritos escolares, a la falta de fondos para la construcción de escuelas, a la falta de diversidad entre los educadores o a las fallas a la hora de brindar el apoyo necesario a las familias y comunidades a través de nuestras escuelas.  Con el fin de garantizar la igualdad de acceso, Tom trabajará para financiar plenamente la ley Blueprint for Maryland’s Future, asegurar que nuestros educadores reciban salarios justos y competitivos, y mejorar el acceso a la educación en las edades tempranas.

Ley Blueprint for Maryland’s Future:

Un estudio realizado en el 2016 descubrió que Maryland estaba financiando de forma insuficiente a las escuelas de todo el estado con una brecha de $2.9 billones anuales, con una media de $2 millones por escuela. Además, el Fideicomiso para la Educación descubrió en un estudio del 2017 que los dos distritos más subfinanciados eran también los dos distritos con mayor población de estudiantes negros y morenos.  La fórmula de financiación de la educación pública del Estado de Maryland no se ha actualizado desde 2002 y, desde entonces, el número de alumnos que reciben servicios de educación especial ha aumentado considerablemente y el número de estudiantes de inglés casi se ha duplicado.  Los distritos escolares más pobres de Maryland reciben un 5 por ciento menos de fondos estatales y locales para la educación que los distritos más ricos de Maryland, lo que sitúa al estado en el final de la lista en lo que respecta a la financiación equitativa de los distritos pobres y los distritos ricos.  Estos estudios condujeron a la formación de la Comisión Kirwan, que presentó recomendaciones sobre financiación y políticas destinadas a trabajar en conjunto. Estas recomendaciones se convirtieron en la base de la ley Blueprint for Maryland’s Future Act (Ley Blueprint para el Futuro de Maryland).

Los puntos principales de las políticas de la ley Blueprint for Maryland’s Future incluyen:

En la sesión legislativa de 2021, la Asamblea General de Maryland anuló el veto del Gobernador Hogan y aprobó la ley Blueprint for Maryland’s Future Act, que transformará las escuelas de Maryland y promoverá la equidad dentro del sistema educativo del estado.  Gracias a esta legislación histórica, mejorará la vida de varias generaciones de habitantes de Maryland.

Sin embargo, siguen existiendo importantes obstáculos, y Tom se ha comprometido a utilizar este impulso para seguir creando un sistema educativo más fuerte y equitativo en Maryland, continuando con la expansión de la educación infantil temprana, comprometiéndose a financiar por completo nuestro sistema educativo, asegurando que nuestros distritos escolares de bajos ingresos no se queden atrás, y pagando a nuestros educadores lo que se merecen.

Remuneración/Retención de Educadores:

La contratación y retención de profesores y maestros se ha convertido en un problema importante en Maryland. El 40 por ciento de los profesores abandonan el campo en sus primeros cinco años, y la carrera docente media dura nueve años.  La alta rotación de personal perjudica a los estudiantes ya que provoca una falta de personal y de profesores experimentados, especialmente en los barrios de bajos ingresos.  Los profesores de las escuelas públicas de Maryland ganan comparativamente menos que los profesores de las escuelas públicas de los estados vecinos y, desde luego, menos que los profesores de los sistemas escolares de mayor rendimiento.  Los puestos de trabajo en el sistema educativo exigen trabajar muchas horas y, a menudo, no se pagan las horas extra que se trabajan en casa intentando preparar y planificar las clases.  Además, los profesores gastan una media de al menos $500 al año de su propio dinero en suministros necesarios para el éxito de sus estudiantes.  Debemos cuidar a nuestros educadores pagándoles sueldos equitativos y profesionales.

Educación Infantil Temprana:

El acceso a la educación infantil a temprana edad (ECE, por su sigla en inglés) y previa al preescolar tiene un impacto significativo en la trayectoria vital de los niños.  Además de proporcionar una base sólida para el futuro éxito académico, la ECE proporciona acceso a intervenciones tempranas para la educación especial, el aprendizaje del idioma inglés y las necesidades de salud conductual que pueden ser apoyadas a lo largo de los años académicos del niño como resultado de la detección temprana.  Sin embargo, el acceso a la ECE tiene barreras financieras y raciales. Según un estudio realizado por el Center for American Progress, “Cuando entran al preescolar a los 5 años, solo el 48% de los niños pobres están preparados para la escuela, en comparación con el 75% de los niños con ingresos moderados o altos. Entre los niños pobres, el 30% tiene una puntuación baja en lectura y el 26% carece de preparación en matemáticas".  Actualmente, Maryland no cuenta con un programa de educación inicial universal previa al prescolar, pero se ha comprobado que las jurisdicciones que han invertido en la educación infantil temprana para todos tienen efectos positivos incluso fuera de la educación, incluyendo el desarrollo económico y la seguridad pública.  Tom cree que es necesario un acceso igualitario a la ECE en todo el estado de Maryland y que los beneficios irían más allá de los que se ven dentro del sistema educativo.

Sobrepoblación Escolar y Construcción de Escuelas:

6 de cada 10 padres con hijos de 18 años o menos en Maryland creen que los salones de clases abarrotados son un problema en sus escuelas.  Condados como el de Montgomery, que tiene uno de los mayores sistemas escolares del país y el mayor de Maryland, así como Baltimore y  Howard, siguen experimentando una rápida afluencia de estudiantes cada año, lo que obliga a los sistemas educativos a encontrar, todos los años, nuevas formas de combatir la sobrepoblación, el mal estado de las instalaciones y la necesidad imperiosa de renovación o reemplazo de instalaciones, entre otros problemas.  Sin una ampliación y construcción significativa de las escuelas, los estudiantes seguirán estando en gran desventaja. Una infraestructura escolar inadecuada provoca condiciones de aprendizaje difíciles y bajo rendimiento.  La financiación de la construcción de escuelas en Maryland aliviará el problema de la sobrepoblación escolar, lo que permitirá a más estudiantes la oportunidad de tener una educación de alta calidad.

Equidad Educativa:

La equidad educativa se refiere a que todos los niños deben tener la oportunidad de alcanzar su máximo potencial de éxito en la escuela.  Las malas condiciones de las escuelas, la falta de financiación y, en general, los sistemas escolares con recursos inadecuados provocan mayores tasas de ausentismo o deserción escolar, menor rendimiento de los estudiantes, mayor rotación de los profesores e incluso malos resultados en materia de salud.  En Maryland, los dos distritos con menos fondos resultan ser también los dos distritos con mayor población de estudiantes de color.

La plena aplicación de la ley Blueprint for Maryland’s Future contribuirá en gran medida a promover la equidad en nuestras escuelas. Además, debemos seguir promoviendo soluciones innovadoras para la equidad educativa.

Tom cree en el modelo de escuela comunitaria porque permite construir comunidades más sanas y equitativas si nos centramos en el ámbito académico, de salud y los servicios sociales, el desarrollo de los jóvenes y la comunidad, y la participación comunitaria.  Nuestros niños necesitan saber que están seguros dentro de su escuela, pero también dentro de sus comunidades, y una mayor integración de nuestras escuelas con nuestras comunidades conducirá a un mejor aprendizaje, así como a comunidades más fuertes y saludables.  Las escuelas comunitarias no sólo crean espacios seguros para nuestros estudiantes, sino que también aumentan la oportunidad de que las familias participen activamente en la educación de sus hijos, lo que ayuda aún más a los estudiantes a prepararse para graduarse y seguir una carrera universitaria o profesional.

También debemos trabajar para promover la diversidad entre nuestros educadores. Alrededor del 50% de los estudiantes de las escuelas públicas de preescolar a 12mo grado en Maryland son de raza negra o latina, pero sólo el 20% de nuestros profesores son de raza negra o latinos.  Una de cada cinco escuelas de Maryland no tiene un solo profesor negro, y casi la mitad de las escuelas de todo el estado no tienen profesores latinos.  Además, más de 13,000 estudiantes negros y 31,000 latinos asisten a escuelas que no emplean a ningún profesor de su raza.  Los estudiantes de todos los orígenes se están perdiendo los muchos beneficios de tener una fuerza laboral de educadores racialmente diversa.  Hay estudios importantes que demuestran que es muy beneficioso para los estudiantes de color, especialmente los que viven en distritos escolares de riesgo o con bajos ingresos, ver personas de su raza en una posición de autoridad.  Los estudiantes de color que tienen un profesor de su misma raza tienden a obtener mejores resultados académicos, e incluso tienen más probabilidades de graduarse e ir a una universidad a cursar una carrera de 4 años.  La diversidad racial de los educadores también puede contribuir a fomentar un clima escolar positivo para todos los estudiantes.

Facultades y Universidades Históricamente Negras (HBCU, por su sigla en inglés):

Maryland tiene la suerte de contar con cuatro facultades y universidades históricamente negras que traen beneficios económicos, sociales y académicos a nuestro estado.  Las HBCU de Maryland generan un crecimiento sostenido y comunidades más vibrantes.  En total, las cuatro HBCU de Maryland generan $1 billón en impacto económico, crean 9,327 puestos de trabajo y los ingresos totales de los graduados a lo largo de su vida superan los $9.5 billones.  En abril, Maryland llegó a un acuerdo de $577 millones para poner fin a una demanda federal de 15 años de duración que acusaba al estado de proporcionar recursos no equitativos a sus cuatro facultades y universidades históricamente negras.  Este acuerdo fue un primer paso necesario para garantizar que las HBCU de nuestro estado reciban la financiación equitativa que merecen.  Nuestro estado debe seguir financiando por completo las HBCU para garantizar que todos los estudiantes universitarios de Maryland tengan la oportunidad y la posibilidad de triunfar.

Colegios Comunitarios y Educación Tecnológica Profesional:

Tom apoya que los colegios comunitarios y las escuelas de comercio tengan matrícula gratuita para todos los estudiantes, incluidos los Dreamers. La red de colegios comunitarios de carreras de dos años en nuestro estado ofrece educación accesible y de alta calidad para estudiantes de todas las edades.

Los colegios comunitarios son fundamentales para seguir recuperándose de la pandemia de Covid-19.  Operan con sofisticadas plataformas de aprendizaje a distancia, ofrecen importantes programas de actualización y recalificación profesional, y son la opción más asequible para un estudiante en el sistema de educación postsecundaria de Maryland.  Sin embargo, el costo de asistir a un colegio comunitario ha aumentado constantemente en los últimos diez años, ya que la premisa tradicional en la que se basa la financiación estatal de los colegios comunitarios de Maryland se ha erosionado. La premisa tradicional era que aproximadamente un tercio de la educación universitaria comunitaria de un estudiante sería financiada por el estado, un tercio por el condado local y un tercio por el propio estudiante. En los últimos años, la carga ha empezado a trasladarse al estudiante, que ahora paga cerca del 40%. Esto es en gran parte el resultado de los recortes estatales a la financiación (bajo la Fórmula Cade reglamentaria) durante la Gran Recesión y la pandemia de Covid-19.

Los colegios comunitarios deben ser asequibles y de fácil acceso, y una parte integral de los sistemas de formación y educación de Maryland.  El estado debería invertir en mejorar y ampliar el acceso, especialmente para los estudiantes que se enfrentan dificultades o que necesitan un camino estructurado (menos arriesgado y más predecible) hacia un título o acreditación postsecundaria.  Los Colegios Comunitarios también deberían estar más integrados en los sistemas de capacitación y educación del estado.

También debemos ampliar el acceso a la universidad a un precio asequible, invirtiendo en institutos de enseñanza secundaria temprana en los que los estudiantes puedan obtener tanto un diploma de bachillerato como un título de asociado, y facilitando a los estudiantes la obtención de un título de cuatro años después de empezar en un colegio comunitario.   Esto ayudará a garantizar que los estudiantes salgan de la universidad con un título o certificación que les ayude a insertarse en  el mercado laboral, atacando las barreras a las que se enfrentan en la universidad — como el costo, la falta de asesoramiento y apoyo, o la falta de flexibilidad en los horarios.

Además, la Educación Técnica Profesional (CTE, por su sigla en inglés) puede desempeñar un papel clave en la preparación de los estudiantes para los trabajos del futuro y en el crecimiento de nuestra economía, pero muy pocas escuelas tienen instalaciones y programas modernos de CTE. Por eso, la ley Blueprint for Maryland’s Future le da prioridad a la ampliación de los programas CTE en los institutos de Maryland. Esta ampliación ayudará a nuestras comunidades a captar empresas y atraer a los emprendedores a medida que nuestra economía se adapta a los avances tecnológicos.

Además, debemos apoyar y ampliar las oportunidades de preformación y formación registrada con una representación formal de los trabajadores en el desarrollo del programa para proporcionar una vía clara a trabajos de alta calidad que no requieran asistir a la universidad.

División Digital/Banda Ancha:

Internet es una herramienta extraordinariamente poderosa, pero demasiados de nuestros vecinos no tienen un acceso confiable a una banda ancha asequible. Esta desigualdad en las infraestructuras crea disparidades económicas, educativas y de salud entre los habitantes de Maryland. Durante la pandemia, muchas personas han podido seguir trabajando, aprendiendo y conectándose de forma segura a través de Internet. Lamentablemente, los que no pudieron hacerlo se quedaron atrás, en gran parte porque carecen de acceso básico a Internet. La banda ancha (servicio de Internet de alta velocidad) se ha convertido en un servicio esencial en la economía digital de Maryland, como la electricidad o el agua corriente del siglo XXI.

Las plataformas digitales han transformado la mayor parte de la vida cotidiana, desde la forma en que hablamos entre nosotros, hasta cómo consumimos los medios de comunicación, pasando por cómo viajamos, cómo hacemos negocios o cómo aprendemos. Pero esas plataformas sólo tienen sentido si se puede acceder a ellas.  Los datos muestran que 520,000 familias de Maryland, es decir, una de cada cuatro, no están suscriptas a la banda ancha por cable.  Además, 391,000 hogares de Maryland, es decir, uno de cada cinco, no tienen ni computadora de escritorio ni portátil, y además unos 108,000 hogares de Maryland con niños menores de 18 años no tienen servicio de Internet por cable en casa. Estos hogares que sufren la “brecha de las tareas”, son desproporcionadamente pobres, afroamericanos e hispanos.  Esto crea un importante problema de equidad, ya que las comunidades minoritarias siguen viendo efectos dispares y no tienen el mismo acceso a una oportunidad de éxito educativo porque ni siquiera tienen los recursos necesarios. El acceso a la banda ancha no es sólo un problema rural, es un problema que los habitantes de Maryland sienten en todo el estado.  Mientras que las comunidades rurales luchan por conectarse debido a la falta de activos de fibra disponibles, un análisis de 2020 nos mostró que la mayoría de los hogares desconectados digitalmente viven en áreas metropolitanas, y las brechas son especialmente grandes cuando se comparan los barrios dentro del mismo lugar. De hecho, algunos residentes viven en la pobreza digital mientras sus vecinos prosperan. Debemos construir una infraestructura digital equitativa para cerrar la brecha digital, especialmente en las comunidades rurales y urbanas.